Concepto

Literatura gallega es aquella escrita en la lengua romance procedente del latín vulgar hablado en el territorio de la antigua provincia romana de la Gallaecia, en la esquina noroeste de la Península ibérica.

Los procesos sociopolíticos tuvieron como consecuencia que en la historia de la literatura gallega haya que distinguir tres fases. En la primera, correspondiente a la Edad Media, funcionó como cualquier otra literatura románica; en la segunda, durante la Edad Moderna, desapareció como literatura escrita, quedando reducida a literatura oral; y, por último, en la Edad Contemporánea, fue recuperada y, por tanto, como todas las literaturas emergentes, se desarrolló vinculada a un proceso ideológico y político.

Análisis

Edad Media (siglos XII-XV)

Durante el largo período en que se gestó y desarrolló la literatura gallega medieval, el territorio sur del reino de Galicia, el condado Portucalense, logró independizarse políticamente constituyéndose en reino. Para que la terminología contemporánea recogiese la evolución del gallego en el avance de Portugal hacia el sur, en la ocupación de tierras que estaban en poder de los árabes y su evolución posterior, los estudiosos llegaron al acuerdo de denominar la producción literaria medieval como literatura gallego-portuguesa.

Esta época tuvo dos etapas. La primera, que se extiende de finales del siglo XII a mediados del siglo XIV, es conocida como período trovadoresco. En Santiago de Compostela, lejos de los frentes de batalla de los reinos cristianos con los árabes y en un período de prosperidad económica y artística (pórtico de la Gloria, Códice Calixtino…) se formó una escuela pretrovadoresca que, fecundada por la lírica provenzal, engendró las cantigas profanas recogidas en tres antologías: el Cancioneiro da Ajuda (siglo XIII) y los apógrafos italianos Cancioneiro da Biblioteca Nacional de Lisboa y Cancioneiro da Biblioteca Vaticana (siglo XVI); y las cantigas religiosas de las Cantigas de Santa María.

Todo ello constituye un corpus poético de más de mil quinientas composiciones pro- fanas y cuatrocientas religiosas a lo largo de más de ciento cincuenta años. El origen de los trovadores es muy variado: castellanos, leoneses, aragoneses, gallegos y portugueses. Todos utilizaban como lengua lírica el gallego-portugués debido al prestigio de la escuela compostelana. La nutrida nómina de los trovadores incluye a reyes como Alfonso X el Sabio y don Dinís, y a grandes nobles como don Paio Gómez Charinho, señor de Rianxo, pero también a humildes juglares de los que solo conoce- mos el nombre, como Mendinho, Martín Códax y Pero Meogo.

En la segunda etapa del período medieval, nacieron la prosa historiográfica, religiosa, jacobea y de ficción.

Edad Contemporánea (siglos XIX-XXI)

En el siglo XIX, la recuperación de la literatura alcanzó, en 1863, su momento álgido con la publicación de Cantares gallegos, de Rosalía de Castro (1837-1885), que marcaba el inicio del Primer Renacimiento. Este poemario formaba parte del programa de reivindicación nacional del galleguismo federalista que, en ese momento, participaba activamente en la preparación de la revolución de 1868, que dio paso a la I República. Rosalía de Castro, escritora profesional, colaboradora de diversas publicaciones españolas y portuguesas y con una amplia producción narrativa en español, publicaba, en 1880, Follas novas, obra en que la poesía gallega alcanzaba categoría y calidad universal.

Acompañaron a Rosalía de Castro, como figuras emblemáticas de la recuperación poética, dos poetas cívicos: Eduardo Pondal (1835-1917) y Manuel Curros Enríquez (1851-1908).

En el primer tercio del siglo XX, la literatura gallega vivió lo que se conoce como Segundo Renacimiento. La generación de las Irmandades da Fala y los integrantes del Grupo Nós crearon las condiciones necesarias para poder contar con organizaciones políticas y sociales, así como publicaciones que orientasen a los escritores, publicasen sus obras y creasen un público lector. Renovaron y completaron el sistema literario trabajando en aquellos géneros que autores y autoras del siglo XIX no habían atendido. Nació así la narrativa gallega con obras fundamentales como Os camiños da vida (1928) de Ramón Otero Pedrayo (1888-1976), O porco de pé (1928) de Vicente Risco (1884-1963) y Dos arquivos do trasno (1926) de Rafael Dieste (1899-1981); y el ensayo, Teoría do nazonalismo galego (1920) de Vicente Risco y Sempre en Galiza de Afonso D. R. Castelao (1886-1950).

Después de la Guerra Civil, los exiliados republicanos mantuvieron viva, sobre todo en Buenos Aires, la cultura gallega. El pintor y poeta Luís Seoane (1910-1979) fue el promotor de varios sellos editoriales y el responsable de que se estrenara la obra dramática Os vellos non deben de namorarse (1941) de Castelao.

En Galicia, la recuperación cultural no se inició hasta la década de 1950 con la crea- ción de pequeñas editoriales que se inauguraban publicando poesía. A las gene- raciones de preguerra se fueron sumando nuevos poetas, al tiempo que se sucedían los movimientos o escuelas: Escola da Tebra y Grupo Brais Pinto (década de 1950), el social-realismo (década de 1970) y el culturalismo (década de 1980).

Es extraordinaria la calidad de poetas actuales como Pilar Pallarés, Miguel Anxo Fernán Vello o Ana Romaní.

Escritores de las generaciones de preguerra como Álvaro Cunqueiro (1911-1981), con Merlín e familia (1955) y As crónicas do Sochantre (1956), y Eduardo Blanco Amor (1897-1979), con A Esmorga (1959) y Xente ao lonxe (1972), se encargaron de actualizar la narrativa, abriendo camino a las generaciones de posguerra, que se dieron a conocer como Nova Narrativa. De esta generación tenemos que citar al reconocido narrador y también poeta Xosé Luís Méndez Ferrín.

Con la aprobación del Estatuto de Autonomía (1981), el gallego adquirió categoría de lengua oficial y entró en el sistema de enseñanza y en los medios de comunicación.

Esto significó un nuevo estatuto y unas nuevas perspectivas para la literatura. Los géneros se diversificaron y los escritores dejaron de ser exclusivamente militantes. Es el momento en que se completa plenamente el sistema, pues el teatro gallego se profesionaliza en la década de 1980, al mismo tiempo que la presencia de mujeres escritoras adquiere peso. Parece que, por fin, la literatura gallega se normaliza.

La traducción en otras lenguas irrumpe con fuerza a partir de 1990, internacionalizando a la literatura gallega. Destacan O lapis do carpinteiro de Manuel Rivas y Memorias dun neno labrego de Xosé Neira Vilas, traducidos a más de 20 lenguas. A estos autores hay que sumar las figuras de Agustín Fernández Paz, Suso de Toro, Teresa Moure y María Reimóndez. Un caso especialmente significativo es la traducción a lenguas y culturas minoritarias, un fenómeno espectacular en la reciente versión al kurdo de la obra Made in Galiza de Séchu Sende.

Implicaciones

Desde 1963 se dedica el 17 de mayo a conmemorar el Día das Letras Galegas con publicaciones, congresos y diversas actividades. Esta celebración, que se extiende a todos los niveles de la enseñanza y del mundo cultural gallego, sirve para que se estu- die al escritor o escritora homenajeado y se reediten y divulguen sus obras. Se inició con Rosalía de Castro (1963) y fue dedicado, entre otros, a los poetas Ramón Cabanillas (1976), Celso Emilio Ferreiro (1989) y Avilés de Taramancos (2003). El presente año (2013) la celebración dará a conocer la obra del dramaturgo Roberto Vidal Bolaño.

La vitalidad de la literatura gallega se refleja también en el éxito exterior de su literatura infantil y juvenil y en los numerosos concursos literarios que se convocan en los distintos géneros. Así, en 2013 está ya convocada la 30.ª edición del Premio Xerais de novela. Gozan igualmente de prestigio el Premio Blanco Amor, el García Barros y el Premio Lueiro Rey de narrativa breve. En poesía destacan el Eusebio Lorenzo Baleirón, el Espiral Maior y el Johan Carballeira. En ensayo, un género con menos trayectoria, es fundamental el Premio Ramón Piñeiro y el Vicente Risco de Ciencias Sociais. En teatro, además de los clásicos Álvaro Cunqueiro y Rafael Dieste, de textos dramáticos, cuenta con los premios María Casares de interpretación, dirección, etc.

Referencias

Bernárdez, C. L., Ínsua, E., Millán Otero, X. M., Rei Romeu, M. y Tato Fontaíña,
L. (2001), Literatura galega século XX, Vigo: A Nosa Terra.

Fernández Rodríguez, A., Galanes Santos, I., Luna Alonso, A. y Montero Küpper,
S. (2012), Traducción de una cultura emergente. La literatura gallega contemporánea
en el exterior, Bern: Peter Lang.

VV. AA. (1996), Historia da literatura galega, 5 vols., Vigo: AS-PG, A Nosa Terra.

Fecha de ultima modificación: 2014-03-17